Nueva York despliega soldados en el metro para luchar contra la delincuencia
Se espera que un total de 750 miembros de la Guardia Nacional y 250 agentes de la Policía Estatal se desplieguen en la red de metro de Nueva York en los próximos días. Esta movilización se suma a la del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). El mes pasado, el alcalde Eric Adams también reforzó la presencia policial en el metro.
Estas cifras pueden parecer desproporcionadas, pero es importante recordar que Nueva York tiene una población de más de 8 millones de habitantes. Tres millones de ellos toman el metro cada día en 472 estaciones repartidas por toda la ciudad. Es una red enorme que cubrir.
Esta gran presencia policial responde oficialmente a los altos niveles de inseguridad que asolan el metro de Nueva York. La realidad es un poco más complicada. Según las cifras oficiales, la delincuencia aumentó un 45% en enero con respecto al mismo periodo del año pasado. Al mismo tiempo, los delitos muy violentos han bajado, e incluso menos que antes de la epidemia de Covid-19.
Nuevas leyes de seguridad
Pero desde que los tiroteos y apuñalamientos en particular recibieron una gran cobertura mediática y conmocionaron realmente a los neoyorquinos, se ha creado una sensación de inseguridad muy fuerte entre los usuarios del metro. A esto se añade la situación de los sin techo, que plantea un verdadero problema a las autoridades de la ciudad, un poco desbordadas.
Para las autoridades, la presencia de tantos policías es ante todo una demostración de fuerza. Ser muy visibles para disuadir de cualquier acto delictivo. Estos agentes también se encargan de registrar los bolsos de los pasajeros en busca de cualquier arma. Además de este despliegue, el Gobernador ha anunciado un plan de 20 millones de dólares para instalar más cámaras en las cabinas de los conductores para garantizar su protección.
En lugar de tranquilizar a los pasajeros, esto podría aumentar aún más la sensación de que hay demasiada delincuencia. Otros temen que las minorías vuelvan a ser los principales objetivos de los registros automáticos y los controles de identidad.